Pudimos visitar el centro comercial, propiedad de la chilena Parque Arauco, en 2012 y nos pareció totalmente justificado el premio del ICSC a “Innovative Design” que el centro recibió en su día. Con 44.675 m2 de terreno y 26.000 m2 de superficie arrendable, Larcomar tiene un mix con inquilinos de excelente calidad y su ubicación sobre los acantilados y frente al Océano Pací co es una de las más espectaculares de que puede disfrutar un centro de este tipo. Según el ICSC, en 2012 recibía una media de 500.000 visitantes mensuales.

Justo detrás de Larcomar se alzan la Torre Parquemar (o cinas) y el hotel JW Marriott. Son dos edificios de diseño semejante, obra del arquitecto Bernardo Fort-Brescia. Su construcción, por Graña y Montero, arrancó en 1998 y se completó en 1999 para el edificio de oficinas, iniciando el hotel sus operaciones en el año 2.000. Por su ubicación y siendo Lima la única capital de América del Sur con frente al Océano Pacífico, seguramente la Torre Parquemar tendrá las mejores vistas a dicho océano de todo el continente. Y no porque en las oficinas tengamos que pasar el día mirando por la ventana. Para el hotel las vistas que comparte serán extraordinariamente valiosas, y el JW Marriott es uno de los hoteles de más clase en Lima. Booking.com lo valora con 9.1 y el precio diario que el hotel cotiza excede en algo los USD 500. Ambos edificios comparten talla, 28.000 m² el hotel y algo menos el edificio de oficinas, que sepamos. Ambos tienen 24 plantas de altura.

Bueno, perdonen el ejercicio dilatante, un poco pérdida de tiempo. Pero nos sirve para reflexionar sobre el valor del diseño abierto en un centro comercial, la calidad arquitectónica y el sempiterno “location, location, location”, que también en Lima vale.

¿Y usted, en que invertiría?