América del Sur ha experimentado un verdadero boom vertical en los últimos años. Entre miradores turísticos, lujosas residencias y modernos centros de negocios, los rascacielos no solo cambian los skylines urbanos, sino también el significado del progreso arquitectónico en la región.
A continuación, un repaso por los cinco edificios más altos de Sudamérica y el más alto del Perú.

1. Gran Torre Costanera – Santiago, Chile

• Altura: 300 metros
• Pisos: 62
• Uso: Oficinas y comercial
• Inauguración: 2014
• Diseño: César Pelli (firma Pelli Clarke Pelli Architects)

Es el centro del complejo Costanera Center, que incluye el centro comercial más grande de Sudamérica. El mirador Sky Costanera, ubicado en los pisos 61 y 62, ofrece vistas de 360° de Santiago y la cordillera de los Andes. Su construcción fue símbolo del auge económico chileno de la década pasada.

2. Yachthouse Residence Club (Torres 1 y 2) – Balneário Camboriú, Brasil

• Altura: 294 metros
• Pisos: 81
• Uso: Residencial
• Inauguración: 2024
• Diseño: Estudio Pininfarina (Italia)

Estas torres redefinieron el concepto de lujo en Brasil. Cada planta alberga sólo un departamento, con acceso por ascensor biométrico. El complejo cuenta con helipuerto, spa, muelle privado y una marina exclusiva para yates. Balneário Camboriú, conocida como el “Dubái brasileño”, se consolidó como un hub de rascacielos de lujo en Latinoamérica.

3. One Tower – Balneário Camboriú, Brasil

• Altura: 290 metros
• Pisos: 84
• Uso: Residencial
• Inauguración: 2022
• Desarrollador: FG Empreendimentos

Actualmente es la torre residencial más alta de América del Sur construida por una sola empresa. Cuenta con 52 pisos útiles, y más de 6,000 m² dedicados solo a áreas comunes, como piscina con vista al mar, wine bar, cine privado y club náutico. Fue un hito en la carrera vertical de Balneário Camboriú.

4. Alvear Tower – Buenos Aires, Argentina

• Altura: 239 metros
• Pisos: 54
• Uso: Residencial de lujo
• Inauguración: 2019
• Ubicación: Puerto Madero

Es el rascacielos más exclusivo de Argentina.
Sus departamentos fueron adquiridos por altos ejecutivos y empresarios locales. El edificio cuenta con detalles únicos como piscina semiolímpica climatizada, salón de puros, cava de vinos personalizada por unidad y helipuerto. Su construcción marcó el regreso de proyectos premium en Buenos Aires postcrisis 2001.