El crecimiento del espacio flexible en Latinoamérica

En el 2010, el número de espacios de coworking en Estados Unidos –lugar de nacimiento de este formato de espacios de trabajo– era de menos de 300. Pero, para fines del 2017, ya se registraban 4.000 unidades. Fuera del país norteamericano, pasó de 200 a más de 10.000 unidades en el mismo periodo de tiempo. Y este año, posiblemente el número sea mayor.

En Latinoamérica, aunque el crecimiento también es rápido, aún no se compara con los niveles que hay en Estados Unidos o Europa. Para fines del 2018 se estimaba que del total del inventario de oficinas en LATAM, los coworking ocupaban 670.000 m², equivalentes a un 2.8% del inventario total. Sin embargo, el sector se expandió a un ritmo veloz y aumentó en un 82% al final de ese año.

En Lima, de un inventario de oficinas prime y sub prime que llega a los 2.588,267 m², la participación del coworking es del 4.1%, con un total de 107.000 m², aproximadamente.
Freddy Ayala, analista del área de investigación de Colliers International, nos comparte algunas precisiones sobre los coworking que debemos considerar.

El mercado coworking cuenta con una variedad de productos que se adapta a sus usuarios, los cuales pueden ser desde una startup con uno a tres trabajadores hasta grandes empresas con más de 50 trabajadores. Estos productos son: escritorio flexible, escritorio dedicado, oficina privada y enterprise.

Los escritorios flexibles y escritorio dedicados van dirigidos a empresas emergentes, freelancers o trabajadores independientes. La diferencia entre estos productos radica en que mientras en el escritorio flexible el usuario u ocupante elige cualquier espacio disponible para realizar sus actividades, en los escritorios dedicados los usuarios ya tienen un espacio fijo de trabajo dentro de las áreas compartidas.

En cuanto a los productos de oficina privada y enterprise, estos van dirigidos a empresas más grandes, que pueden ir desde 20 trabajadores a más. La oficina privada se caracteriza por brindar a las empresas un espacio más íntimo de trabajo, donde aún se comparten las áreas comunes. En cambio, el enterprise ofrece a las empresas un espacio diseñado e implementado de acuerdo a sus necesidades, donde pueden contar con sus propias áreas comunes, como directorio y sala de reuniones.


El mercado coworking en Lima tuvo un crecimiento acelerado en los últimos años. Durante el primer trimestre del 2017, este formato tenía poco más de 7.000 m2 de oficinas, lo cual representaba el 0.3% del inventario de oficinas en Lima. Este crecimiento respondía a un factor relevante: el ingreso de WeWork en el 2018. Luego, para el tercer trimestre del 2019, el mercado coworking se expandió hasta llegar a tener una participación del 4.1% (más de 107.000 m2) del mercado de oficinas.

Hasta el tercer trimestre del 2019, se colocaron en Lima 83.058 m2 de oficinas, de los cuales más de 27.000 m2 corresponden al formato coworking. Esta cifra representa el 33% de la absorción del mercado de oficinas.

 

La oferta de coworking se concentra principalmente en el mercado de oficinas prime, que representa un 76% de la oferta, y está ubicado principalmente en los submercados de Sanhattan, San Isidro Golf y Magdalena.

A nivel Latinoamérica, podemos observar que el mercado de coworking de Lima tiene los precios más elevados en cuanto a las modalidades de escritorio flexible y escritorio dedicado, con un precio promedio mensual por persona de US$264 y US$318, respectivamente. Por su parte, el mercado mexicano tiene el precio más competitivo en cuanto al producto de escritorio dedicado, con un precio promedio de US$150. Para el producto de escritorio dedicado, el precio promedio más competitivo lo tiene Costa Rica, con US$212. Para el producto de oficina privada, el precio promedio más alto lo tiene el mercado de Panamá, con US$550, mientras que Costa Rica se ofrece con el precio más atractivo, con un promedio de US$250.

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