Autos eléctricos y Real estate

En el Perú, el número de vehículos eléctricos o híbridos vendidos alcanzó las 347 unidades a setiembre del 2020. Hasta la fecha hay unos 3,500 autos eléctricos circulando en el Perú. De ellos, al menos 100 son vehículos eléctricos puros que no necesitan usar combustible convencional y deben ser enchufados a un cargador. Su funcionamiento es a base de electricidad y no emiten gases. Se estima que para el 2030 se alcance el medio millón de unidades circulando por el país.

La demanda de vehículos eléctricos (EV) condujo a un aumento meteórico en el precio de las acciones de Tesla, convirtiendo al pionero de los vehículos eléctricos de candidato a la bancarrota al fabricante de automóviles más valioso del mundo. En EE.UU. se espera que más de 18 millones de vehículos eléctricos salgan a la carretera en los próximos 10 años, impulsados por el presidente de dicho país, Joe Biden, y su administración notablemente pro-eléctrica.

Las electrolineras, un espacio con potencial

Según el sitio Electromaps, al 25 de agosto, hay 64 puntos de conexión en 45 locaciones en todo el Perú. De ellos solamente 31 son de acceso público, como los ubicados en centros comerciales como Megaplaza en Independencia y Real Plaza en Los Olivos. En suma, una cantidad que va quedando rezagada de la demanda actual de autos eléctricos que, según fuentes de la AAP (Asociación Automotriz del Perú), fue de 1,190 vehículos entre híbridos y eléctricos.

En el mensaje de inauguración de Electrotransporte 2022, el viceministro de Electricidad, Martín Dávila, comentó que el Gobierno presentará un proyecto de Ley de Promoción de los Vehículos Eléctricos, que contempla incentivos para el desarrollo de la electromovilidad en el transporte masivo, industrial y doméstico. “En el Ejecutivo estamos analizando la rebaja o eventual retiro del IGV, entre otros temas arancelarios para lograr mayores ingresos de estos vehículos eléctricos, aminorando su costo y haciéndolo más accesible”, refirió entonces (fuente: Revista Desde Adentro de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, agosto 2022).

La red actual de electrolineras de carga lenta a nivel nacional, que va desde Tumbes hasta Arequipa y desde Lima hasta el Cusco, ha sido implementada por ENEL, una de las empresas generadoras y distribuidoras más grandes del sistema eléctrico peruano y pionera en la introducción de la electromovilidad en el Perú, con la apertura de su línea de movilidad eléctrica Enel X, en el 2019.

Atención gestores de espacios comerciales

Si bien las estaciones de carga aparentemente entregan energía a los vehículos eléctricos, también entregan a los clientes a las tiendas minoristas. En otras palabras, los conductores que esperan
para recargar sus vehículos son clientes cautivos de los negocios, precisamente lo que los centros comerciales en sus distintos formatos han luchado por atraer.

El concepto de aumentar las ventas con los conductores durante las paradas para recargar los vehículos ha sido una herramienta de la industria de las tiendas de conveniencia durante décadas. Esta sinergia natural hace que las estaciones de servicio estén en una posición ideal para ingresar al mercado de carga de vehículos eléctricos. Si bien la electricidad no es tan lucrativa como la gasolina, sí es una oportunidad para atraer y retener clientes que decanten en consumo. El tiempo de carga de los cargadores rápidos de alta potencia es de 15 a 20 minutos, lo cual se traduce en tiempos de permanencia muy superiores a los que brinda en la actualidad una tanqueada de gasolina, la cual dura de 2 a 3 minutos. Los de carga media podrían tomar hasta 50 minutos.

El tiempo de permanencia, junto a la naturaleza menos peligrosa de proporcionar electricidad en lugar de líquidos altamente inflamables, significa que las ubicaciones de carga pueden ubicarse prácticamente en cualquier lugar. Actualmente esto es aprovechado por hoteles, tiendas de comestibles y centros comerciales, lo cual da crédito a la idea de que los conductores disfrutan comprando mientras cargan.

En el Perú aún estamos por desarrollar tanto el parque automotor de vehículos eléctricos como el de las estaciones de carga o electrolineras. Sin embargo, si tomamos el ejemplo de mercados
más desarrollados, como el de Estados Unidos o países europeoscomo Noruega, se puede observar que existe una oportunidad para los bienes raíces comerciales de explotar este potencial.

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